Ezequiel A.
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Comento mi experiencia contratando la asesoría de esta compañía, más precisamente de Gastón Álvarez.
He contactado con Gastón en noviembre del 2024 buscando asesoramiento para la adquisición de un piso en Barcelona. Al comienzo del proceso, esta persona permaneció atenta y disponible, en aparente cumplimento de su tarea.
Al decidir avanzar con una propiedad en particular, hemos acordado un valor de €7000 en concepto de honorarios, cuyo pago se llevaría a cabo mitad al momento de la firma de árras y mitad al momento de la escritura.
Hemos firmado árras en Diciembre, momento en el cual aboné la primera mitad de sus honorarios (€3.500 en efectivo) tal y como habíamos pactado, firmando también un documento en el que me comprometí a abonar la otra mitad al momento de la firma de la escritura.
Hasta aquí todo bien, y de hecho, en aquel momento le he dejado una buena y merecida reseña, a pedido suyo.
A partir de ahí, el “asesor”, se fue de viaje, dejando tareas incompletas y teniendo poca y cada vez menor participación en las cuestiones que fueron surgiendo y cuyo servicio, a mi entender, debía cubrir. Hasta el momento de la firma de la escritura, de la que, dicho sea de paso, el “asesor” ni siquiera formó parte, argumentando que no se le avisó de la fecha, aunque estuvo copiado en hilos de correo en los que se detallaba fecha y hora de la misma. Hilos que ignoró o en los que por alguna razón jamás se pronunció.
Al final del proceso, habiendo concretado la compra por mi cuenta, tuve que comentarle mi disconformidad y que dada su prácticamente nula participación en la segunda parte del proceso me parecía correcto ajustar el saldo de mi parte adeudado. El “asesor”, aún aceptando las deficiencias en el servicio prestado se escudó en el acuerdo firmado previamente, aludiendo a la posibilidad de iniciar acciones legales por incumplimiento.
Al fin y al cabo terminé siendo rehén de su “buena voluntad” y pagando el monto que a él le pareció apropiado para cerrar este asunto, a pesar de no estar conforme con el servicio recibido.
En conclusión, estar atentos a los papeles que han de firmar, que se detalle en qué consiste el servicio de “asesoría” que se está contratando, para saber que se cumple y que no. Porque les puede tocar que se aprovechen de su buena fe.
